Hoy entrevistamos a María Escolar. Árbitra de la Federación Andaluza de Balonmano

 Después de unos meses de parón, ¡os traemos de vuelta las entrevistas!

   Y, para comenzar esta nueva temporada, nos vamos hasta Málaga, donde nos encontramos con María Escolar, árbitra andaluza adscrita a la delegación malagueña.

   Curiosa e inquieta, María nos cuenta que ha estudiado fuera de España y que está enamorada de Italia.

   ¿Quieres conocerla un poco más? ¡Sigue leyendo!

- Cuéntanos un poco sobre ti

Mi nombre es María y tengo 32 años recién salidos del horno. Estudié enfermería y comunicación audiovisual en Málaga e hice un año de erasmus en Milán. Dos años más tarde me fui a vivir a Italia tres años. Actualmente, estoy ampliando conocimientos con el grado medio de técnico en emergencias sanitarias.

Pertenezco a la delegación malagueña y soy árbitro provincial desde hace seis años.

- Antes de arbitrar, ¿tenías alguna relación con el balonmano? 

Jugué diez años a balonmano en el club de mi colegio, desde alevines a juveniles, en la posición de pivote. 


 

- ¿Quién te animó para que te lanzaras a arbitrar?

Pues la verdad es que nadie. Siempre he estado ligada al mundo del balonmano y allá por 2016 vi que la delegación malagueña organizaba un curso de arbitraje y dije, ¿por qué no?

- ¿Cuánto tiempo llevas arbitrando? 

Con esta, voy a comenzar mi sexta temporada.

- ¿Tienes algún referente en el mundo del arbitraje antes de empezar? Y una vez dentro de este mundo, ¿tienes a alguien como referente, persona que haya apostado por ti incondicionalmente, o a quien quieras dedicarle unas palabras? 

Cierto es que yo dejé de jugar hace muchos años, con 17, y el mundo del balonmano ha cambiado mucho en todas sus facetas y ámbitos, incluso las personas con las que te cruzas en un campo, por lo que, cuando yo comencé a arbitrar conocía a muy poca gente. Pero sí que es cierto, que desde que recibí las charlas del curso, tuve “debilidad” por dos de mis compañeros, que no sabía ni quienes eran siquiera, pero me sorprendió mucho la forma que tenían de enseñar, de transmitir y la cantidad de conocimientos que tenían con respecto al balonmano. Actualmente, tengo la enorme fortuna de poder seguir disfrutando de ellos, ya no sólo como compañeros en la pista, donde me parecen un auténtico espectáculo, sino como amigos fuera de la pista. Ellos son Daniel de la Torre y Alejandro Montaña. Son pareja arbitral en la actualidad y son dos de mis pilares fundamentales en mi progreso como árbitro.

- Después de una temporada caótica como fue la pasada con todo el tema Covid, ¿Cómo ha empezado esta temporada 21-22 respecto a este tema?

Pues actualmente te escribo estas líneas confinada en el sofá de mi casa por positivo en Covid, así que, ¡imagínate si ha empezado bien la temporada!

Tenemos la “mala suerte” de la que nueva variante es muy contagiosa y van a librarse sólo unos pocos, por no decirte ninguno, pero creo que con precaución por parte de todos, la temporada podrá iniciarse sin ningún tipo de problema y avanzará a mejor con el paso de los meses.


 

- ¿Cómo preparas un partido? 

Siempre un día o dos antes del partido le doy un repaso al reglamento. Lo tengo siempre como un ritual. Hablo con mi compañero los puntos clave a tener en cuenta en el partido e intento aplicarlos desde el segundo uno.

-Antes de empezar un partido, ¿tienes alguna manía o forma concreta de actuar, una especial de ritual? ¿Y al terminar, alguna forma concreta de volver a la calma? 

La única manía que tengo, por decirte alguna, es que siempre llevo dos silbatos, uno rosa y otro amarillo, y pito cada mitad del partido con uno.

- ¿Qué cosas crees que has cambiado desde el día que empezaste, hasta el día de hoy, desde el punto de vista arbitral?

Uno de los motivos por los que me decidí a ser árbitro, fue sobretodo por controlar mi carácter. Yo era una persona que no tenía filtro ninguno, con nada ni con nadie y pensé que una buena forma de mitigar esta parte de mi personalidad era ponerme en un campo, delante de personas “desconocidas”, opinando sobre tus acciones arbitrales constantemente, escuchando comentarios para nada apetecibles y sin poder reaccionar ni contestar a ellas como realmente te gustaría en ese momento.

Al principio reconozco que fue muy complicado, ya que si a mi las situaciones que me ocurren en el campo, me ocurrían en la calle, automáticamente contestaba, sin importarme el efecto que pudiese causar dicha contestación.

De hecho, en mis primeros partidos tuve reacciones y contestaciones a banquillos, jugadores y público que serían dignas de pasar a los anales de la historia del balonmano malagueño.

Seis años después me veo, tanto dentro como fuera del campo, y soy otra persona. He aprendido a controlar los impulsos, a tener la mente fría en todo momento y a gestionar las emociones en cada acción del partido.

- ¿Qué te está aportando el arbitraje a nivel personal?

Esta pregunta complementa un poco a la anterior. Me está ayudando mucho a gestionar mis emociones dentro y fuera de la pista, a tener serenidad ante los momentos de más tensión, a tener agilidad en la toma de decisiones y a superarme como persona en cada partido.

- Cuéntanos una anécdota divertida que te haya pasado en un partido 

Pues de un tiempo para acá, siempre se me cae algo de los bolsillos en la pista. A lo mejor voy corriendo, me freno, pito para amonestar y me doy cuenta de que, en la acción anterior, se me ha caído la tarjeta amarilla en el otro campo o escucho a mi compañero por el pinganillo “María, se te acaba de caer la roja al suelo”. O me echo la mano al bolsillo para anotar un gol en la planilla y no tengo el bolígrafo porque está también en alguna parte del campo. En muchas ocasiones son los propios jugadores los que me devuelven las cosas que se me han caído.

- ¿Y el momento más difícil en una pista? 

Creo que he tenido dos. Uno fue mi primer partido como árbitro, en el cual el compañero con el que pitaba me desautorizó en una de las acciones del partido y “echó para atrás” una decisión arbitral mia. Si ya de por sí tenía al público “encima” y le sumamos los nervios que yo tenía, cóctel explosivo que hizo que yo terminara echa un mar de lágrimas.

La segunda fue en mi último partido de la temporada pasada. Un juvenil masculino. No es una categoría que estuviese muy acostumbrada a pitar y creo que salí al campo con una predisposición muy negativa. El partido me superó en todos los aspectos y eso que lo pité con un compañero excepcional, pero iba bloqueada desde el minuto uno, muy nerviosa, y eso me llevó a tomar decisiones arbitrales desacertadas y estar fuera del partido en todo momento. Lo pasé fatal y me frustré mucho porque en realidad el partido no fue nada difícil. 


 

- ¿Cuál es tu meta dentro del arbitraje?  

El que me conoce sabe que no tengo ninguna meta arbitralmente hablando. De hecho, no quiero ascender de categoría actualmente. Estoy bien donde estoy y como estoy. Tengo claro que el arbitraje para mi es un hobby y que mi trabajo es otro, por eso mi única pretensión es seguir disfrutando de él en mi categoría actual, seguir aprendiendo de mis compañeros y continuar formándome y viviendo experiencias nuevas.

- ¿Qué virtudes, y defectos, consideras que tienes a la hora de arbitrar? 

Como virtud considero que soy muy organizada, tranquila y puntual. Me gusta tenerlo todo preparado el día de antes, todo comprobado, llegar con tiempo al partido y prepararme bien. En mi día a día soy muy activa e inquieta, pero en un partido soy todo lo contrario. Arbitrar me relaja mucho y me hace desconectar.

Como defecto diría que mi impulsividad me juega malas pasadas en alguna ocasión y me lleva a gesticular mucho en el campo. Esto puede dar lugar a confusión en algunas acciones. También creo que me llevo muchas cosas al terreno personal. Para mi la frase de que “lo que pasa en el campo, se queda en el campo” hay veces que no tiene validez.

- Primero fue Cristina Fernández, Después Agatha Gracia y ahora Nandi Espino.  ¿Crees que estos referentes pueden ayudar a arbitrar a las chicas que aún tengan dudas?

Creo que la persona, sea mujer u hombre, que quiera arbitrar, lo va a hacer por decisión propia. No creo que exista la necesidad de crear ni de tener ningún referente para animarse a ser árbitro.

- ¿Qué consideras necesario para fomentar el arbitraje femenino? 

Yo creo, sinceramente, que no se necesita absolutamente nada para fomentar ningún tipo de arbitraje, ni masculino ni femenino. Precisamente, y con todo el respeto del mundo, creo que este tipo de preguntas y la promulgación de actividades o charlas tipo “el arbitraje y la mujer” o cosas por el estilo, son las que verdaderamente marcan la desigualdad y la diferencia entre sexos. Creo que en el siglo que estamos ya, este tipo de charlas y de enunciados, deberían desaparecer si realmente queremos que no queden resquicios sobre esta temática que tanta lacra ocasiona en la sociedad.

Yo, desde mi experiencia personal, no he tenido nunca ningún tipo de discriminación ni desigualdad con respecto a mis compañeros y tengo por seguro que no la voy a tener en ningún momento.

Por lo que, reafirmándome en lo que he dicho anteriormente, el que quiera ser árbitro, que lo sea, que se forme y que lo disfrute, sea hombre o mujer. Aquí estamos todos en el mismo barco y es algo que a veces se nos olvida.


 

- ¿Cómo te ves dentro de unos años, desde el punto de vista arbitral? 

Me veo con más experiencias vividas, más “tablas” en el campo y con una mejora personal más grande si cabe.

- ¿Cómo ves el arbitraje de tu región en el presente, y dentro de unos años? 

Actualmente está “tomando un color” muy bonito y un camino digno de admirar. El trabajo que hay detrás del CTA malagueño es algo de lo que se habla muy poco y que pocos ven, pero es uno de los pilares fundamentales del balonmano de mi ciudad y gracias a lo que se mantiene en el nivel que está. Dentro de unos años sólo puede ir a mejor. El trabajo duro y el esfuerzo se ve reflejado con buenos resultados y eso es lo que auguro para nuestro arbitraje.

- ¿Cómo trabajáis semana a semana en vuestro CTA?

Tenemos un planning semanal muy elaborado. Contamos con grupos reducidos de tutorización con compañeros de otras categorías en los cuales compartimos y comentamos jugadas. Tenemos una reunión semanal presencial donde abarcamos los puntos más “débiles” o las situaciones más complicadas en el terreno de juego y hacemos dinámicas de grupo, charlas con presentaciones o casos prácticos entre compañeros. Aparte, también organizamos actividades físicas, como partidos entre nosotros, colocación en el campo, modulación de silbato, etc y a menudo quedamos para ver partidos en directo de compañeros y los comentamos.

- ¿Qué crees que falta para terminar de enganchar a las personas indecisas para que se decidan a arbitrar? 

Sinceramente, creo que falta más respeto y empatía. He conocido compañeros que se han retirado, entre otras cosas, por el poco respeto y compañerismo que rodea actualmente el mundo del balonmano, y lo veo totalmente normal y lógico. Como he mencionado anteriormente, he tenido la suerte de vivir el balonmano de hace veinte años y el de ahora y, desgraciadamente, no tienen nada que ver cómo se han ido perdiendo los valores que antaño reinaban en una pista.

- ¿Qué le dirías a los árbitros jóvenes para animarlos a continuar? 

 Que mucho ánimo y que se lo tomen como un entretenimiento y un hobby. Que no dejen que les superen algunas situaciones y que lo disfruten, aunque a veces sea complicado.

- ¿Crees que es bueno seguir segregando parejas arbitrales puramente masculinas o femeninas?

 Es de lo más ridículo que he escuchado últimamente. Una pareja arbitral debe crearse por cómo encajen en la pista, cómo se comuniquen, por cómo transmitan y cómo se compenetren en sus juicios arbitrales, sean dos hombres, dos mujeres o una pareja mixta. 

 

- ¿Qué haces los fines de semana que no tienes partidos

 Me cuesta estar un fin de semana sin arbitrar. Es como si me faltase algo. Los días que no puedo arbitrar, voy a ver partidos de mis compañeros, incluso fuera de Málaga. Soy demasiado friki en ese aspecto.


 

 - ¿Un libro? 

 Recientemente me he terminado el de Ángel Martín, “por si las voces vuelven”, el cual recomiendo a todo el mundo.

 - ¿Serie o película favorita? 

 Como serie me gustó mucho “You” o “Sherlock Holmes”

Y película favorita, no tengo ninguna en concreto, pero podría decir “Memento”

 - ¿Un sitio para perderte? 

Sin duda la que considero mi segunda casa a día de hoy y la ciudad que me ha acogido dos años de mi vida, Verona.

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